jueves, 24 de noviembre de 2016

Cuando hicimos la Marcha al Congreso desde Talavera de la Reina en 2012, creí que serviría de algo. No fue así, ni a nivel personal ni colectivo. Dos meses después cientos miles de parados realizaron marchas desde toda España y sirvieron para lo mismo:para nada. Poco se ha avanzado desde entonces a nivel laboral. El paro no baja , y si lo hace es con trabajo precario, temporal y mal remunerado. Con un SMI de 655 euros, los empresarios se aferran a ese número como el náufrago al palo, y esto no se soluciona.
Con los años me he dado cuenta que aquella Marcha me ha marcado positivamente en mi interior, se puede hacer si se quiere. Ahora bien en lo referente a mi vida laboral, entiendo que quizás me haya perjudicado, porque nadie quiere en su empresa a un obrero luchador. Soy así desde joven y ya no tengo solución. No me arrepiento de nada de lo que hecho en lo que respecta a la lucha obrera. Tal vez lo peor que haya hecho sea fiarme demasiado de los compañeros, pero todo se perdona.
Pasan los días sin una llamada, sin un contacto, y todo se cae a mi alrededor. Los recibos se acumulan sin pagar, el banco exige y los estómagos suenan a su son triste de escasez. Ya no se aguanta tanta presión. Es difícil rendirse, pero aún más complicado es seguir luchando contra corriente. Ahora voy a empezar la pelea con el banco en lo referente a la Cláusula Suelo de la hipoteca. No sé el tiempo que me va a llevar ni la resolución final. Espero tener fuerzas para llegar, pero tiene que ser pronto. Estoy muy cansado.

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